A Zapatero su familia se le va de las manos. Su mujer está hasta los huevos de la Moncloa y del trabajo de su marido. ¿Tú tambien, Sonso?
Las góticas, además, deben de ser dos fieras corrupias, se niegan a vestirse normal, se niegan a portarse como las hijas del presidente, se niegan a ir al endocrino.Ya las ví en su facebook amenazando a un tipo con comer botas, y es que las niñas son antifascistas de boquilla, como el papá. Si bien el papá y la mamá son más estilizados que sus vástagas, que deben estar dándose la vida padre a costa de su propia salud. Vaya familia, parece postiza, de sit-com de terror paródico. Generada por un gabinete de 600 asesores. No, la de Zapatero no parece una familia de verdad.
¿Quién podría extrañarse? Con la forma de liderar de éste mal líder, es normal que lo mismo que se le ha desmandado una comunidad autónoma, se le desmanden sus hijas. Es la misma cosa, y las siglas ZP lo mismo dicen Zapatero Presidente que Zapatero Papichuchi. Y en ambos ámbitos lo hace igual de imprevisible, de parcial, de infiable, de aburrido, de imprevisible y de falso.Como resultado, la familia de Zapatero ha desarrollado el mismo síndrome que el resto de España. Un engorde artificial en mitad de la miseria. Una hipertrofia de libertades hace mella en la convivencia, que es cada vez más insoportable. Una arbitrariedad crónica en las decisiones paternas provoca el hastío, la abulia y la desconfianza en la familia.Eso es Zapatero. El mismo en casa que fuera de casa. Un tío auténtico, vaya. Un auténtico bluf que sólo puede aportar desestabilidad, veleidad, vanidad, superficie, desigualdad, separación, caos.
Zapatero ha fracasado.Fuera la morralla. Fuera Zapatero. Elecciones adelantadas ya. Zetapé, lárgate. Por favor. Y gracias.