UNA INVESTIGACIÓN BASADA EN RUMORES
Juzgando el 11-M, el Juez Bermúdez se encontró con que no existían informes que verificaran por escrito que en los trenes había estallado goma-2 ECO. De modo que la investigación se había basado en un hecho que no estaba recogido por escrito en los archivos de los TEDAX. La investigación se basaba pues en el rumor de que en los trenes había explotado goma-2 eco.
Así, la perito químico de Sánchez Manzano, la cual siempre había emitido informes de los resultados de todas sus pericias, como dicta la norma, en éste caso no lo hizo. Dio informe verbal, y punto. De los explosivos hallados fuera de los trenes, por cierto, sí dio informes escritos. Pero de los trenes, no.
En aquellos días, además, la honorabilidad y el buen hacer de los TEDAX estaban fuera de toda duda. Tanto, que hasta se sentó en el banquillo a los que señalaban los indicios de trola en todo el asunto. A día de hoy van siendo absueltos todos los periodistas, pues, como señalan las sentencias, las informaciones son veraces y las opiniones, perfectamente fundadas, no ya justificadas. A día de hoy, Manzano está deseando terminar con los juicios y rezar por irse de rositas otra vez, y que todo quede en el rapapolvos de un juez. Su honorabilidad y su competencia están en entredicho.
IMPERICIA
Cuando Manzano pidió a la perito de Manzano los informes, ella alegó que sólo tomó nota por escrito en sus archivos personales. Cuando el juez Bermúdez le pidió esos archivos personales, la entrega se hizo a puerta cerrada, lejos de los abogados de las víctimas y de las partes. Sin embargo, un testigo casual asegura que la perito TEDAX aportó una hoja escrita a mano arrancada de un cuaderno nuevo y por lo demás en blanco.
EL TREN FANTASMA
Ante éste panorama, el juez mandó traer los restos de los trenes. Sin embargo, no llegaron camiones y camiones con muestras de todo tipo: ropas, escombros, teléfonos, enseres, fragmentos de trenes. Nada de eso. Veintitrés muestras que cabían en una caja. Todo lo demás continúa en paradero desconocido, o ha sido destruido. Probablemente ámbas cosas. Del foco nº 3 de la calle Téllez ni siquiera hay un sólo vestigio.
Además, las muestras habían sido lavadas ya con agua y acetona para analizar los restos de explosivo. Sin embargo, las muestras no incluían los resultados, ni se conservaban las aguas resultantes de las muestras.
MACROIMPERICIA
De modo que el juez Bermúdez ordenó una nueva pericia de explosivos.
Que los explosivos de las mochilas intactas y lo de leganés era Goma 2 ECO no estaba en tela de juicio ya, ni lo está a día de hoy. El explosivo que apareció fuera de los trenes era goma-2 eco. Esos sí habían dico debidamente procesados química y pericialmente. Y aunque lo que estaba en cuestión era solamente lo referente a lo que había explotado en los trenes, Bermúdez también incluyó en la macropericia los explosivos ajenos a los trenes (mochilas y Leganés). La macropericia fué grabada en vídeo. Una cámara registraba todo lo que se decía y hacía en el laboratorio.
DNT
El 6 de Febrero de 2007 se analiza la prueba M-6-12, una bobina elécrica y unas esquirlas de metal. Y aparece un compuesto que no había salido en los restos de goma 2 eco: el DNT, un alto explosivo, un componente típico del Titadyn, y que nunca está en la Goma 2 eco. La reacción en el laboratorio es demoledora. Manos a la cabeza, maldiciones. «Ahora sí que voy a poner en duda a los TEDAX y a la madre que los parió», se oyó lamentar.
Éste fragmento específico del vídeo fué escamoteado del total del vídeo que se presentó en el juicio. Bermúdez ha tardado tres años en entregar el fragmento escamoteado a las víctimas. Hoy EL MUNDO analiza el vídeo, que por fin ha caído en sus manos. Ésta noche, será emitido por VEO7, y en él se hace evidente el mazazo que supone para la versión oficial. La aparición de DNT demostraba la presencia de un explosivo distinto de la goma-2 eco en los trenes.
EL APAGÓN
Unas horas después, hubo un apagón. La cámara dejó de grabar. Dejando aparte el curioso hecho de que una dependencia policial carezca de alimentación de emergencia, centrémonos en lo que ocurrió después del apagón:
Alfonso Vega, perito de la policía, y que está al cargo de la pericia, sin razón aparente, ordena empezar de nuevo con todas las muestras.
Sin embargo, el reanálisis de lo ya analizado empieza a dar positivo en DNT. Los restos de explosivos (goma 2 eco) ajenos a los trenes dan positivo ahora para DNT, cuando la propia presencia de DNT es suficiente para refutar la goma 2 eco de un análisis.
TEORÍA DE LA CONTAMINACIÓN: TELEKINESIS RUBALCABA
Las intenciones del Poltergheist eran, claro, convertir en ruido la presencia de DNT en los trenes. Si aparece DNT en todas las muestras de explosivo (incluso en la cocaína encontrada en los escombros de Leganés), el DNT de que aparece en los trenes no nos dice nada.
Se probaron distintas teorías de la contaminación.
1. Primero se dijo que la contaminación se produjo en la fábrica de explosivos. La fábrica se desmarcó de esa teoría, documentando que jamás, ni en esa ni en otras ocasiones, se encontró contaminación de DNT en sus partidas de Goma 2.
2. Después se dijo que la contaminación venía de Mina Conchita, en Asturias. Imposible, pues las partes de explosivo de la vía del AVE en Mocejón que custodió la Guardia Civil no contenían DNT, mientras que sólo las partes custodiadas por los TEDAX sí presentaban esa contaminación de DNT.
y 3. Por último, sin fuerza ya, se aventura una tercera vía: la contaminación se produjo en Morata, en la casa supuestamente se prepararon las mochilas. Sin embargo, esa contaminación (unas horas en un zulo de explosivos) sería muy residual, no aparecería con insistencia en todas las muestras. Además, si esa contaminación se produce en Morata, ¿cuál fué el agente contaminante? ¿Titadyn? Por último, si hubiera habido DNT en las muestras, ya habría salido a su tiempo, y no de repente, a troche y moche, después de un extraño apagón.
También se trató de echar la culpa al propio cromatógrafo de gases, el aparato utilizado. Se intentó argumentar que el cromatógrafo se había manchado de DNT. Pero se hicieron más pruebas con más cromatógrafos, comprobándose que el aparato funcionaba perfectamente.
La hipótesis más sencilla es la de que las muestras fueron adulteradas, por alguien a las órdenes de la versión oficial, durante el apagón, para anular los indicios de que en los trenes no estalló goma 2 eco. No querría que se me tildase de malicioso por recordar en éste punto que Rubalcaba es químico de profesión. Nada más lejos de mi intención. Es que me he acordado en éste momento. Nada más.
En cualquier caso, después del apagón apareció DNT en todas las muestras, incluso en aquellas ya analizadas y en las que, antes del apagón, no contenían DNT.
Siempre me ha parecido paradójico que para negar la existencia de dnt en los trenes, el poltergeist tuviera que empaparlo todo en DNT. Del mismo modo, si mañana encuentran titadyn puro en una muestra, ¿lo llenarán todo de titadyn para convencernos de que no había titadyn?
Como reza EL MUNDO en su frase de hoy, la verdad puede adelgazar hasta ser sólo una fina capa de aceite que el agua no puede tapar.
TITADYN
El bombazo se produce cuando se procede a analizar la muestra M-1, tres gramos de polvo de extintor recogidos de uno de los trenes de Atocha. El resultado obtenido es frío retrato robot del Titadyn: DNT, Nitroglicerina, y dibutilftalato. El perito de la policía, Alfonso Vega, dice: (está grabado en el vídeo) «ES IMPOSIBLE. NO PUEDE SER NITROGLICERINA. NO PUEDO DAR POR BUENO ESE RESULTADO. Y SI HAY DUDAS, IMPONGO MI CRITERIO». O, dicho de otro modo: éstas pruebas están para confirmar lo que ya venían diciendo mis jefes. Si las pruebas concluyen otra cosa, se invalidan, y a otra cosa. Y digo yo: siendo así, ¿para qué hacer pruebas científicas? ¿No hubiera bastado con preguntar a Alfonso Vega, clarividente y telequinético señor de las moléculas, el que sabe lo que el cromatógrafo de gases debería decir.
En cualquier caso, la prueba dió Titadyn hasta en ocho ocasiones más. Sin lugar a dudas, Titadyn.
POLTERGEIST: EL SEÑOR DE LAS MOLÉCULAS
En Semana Santa, se interrumpiría la pericia. Como los peritos independientes lo sabían, y no querían que se repitiera el numerito del apagón, se cubrieron enviando al juez Bermúdez unos resultados parciales en los que se reflejaban todos los resultados obtenidos hasta el momento. Sólo aparecía nitroglicerina en el polvo de extintor.
Cuando se volvió de Semana Santa, el perito de la policía, Alfonso Vega arrancó la semana ordenando reiniciar los análisis desde el principio, empezando por las ya analizadas por ellos mismos, y provocando el malestar de sus compañeros. Sin embargo, volvió a quedar de manifiesto la asombrosa clarividencia (un poltergeist en sí mismo) de Alfonso Vega, el señor de las moléculas, cuando empezó a aparecer inexplicablemente nitroglicerina en todas las muestras, en las nuevas y en las ya analizadas. Las de los trenes y las de los andenes, mochilas y demás. Nitroglicerina por todos sitios.
Entonces, la versión oficial, la que se reía de Pedro J. por paranóico, se inventa una nueva y absurda teoría, llamada «de las moléculas voladoras», que muy bien podría analizar Iker Jiménez en su magnífico programa.
Así, para poder creerse las tesis oficiales, hay que dar por bueno que las moléculas de nitroglicerina y DNT se evaporaron a temperatura ambiente (imposible) en los almacenes TEDAX, salieron de sus envoltorios, varias capas independientes de bolsas, sobres y más bolsas (imposible), salieron del armario, volaron por el almacén y entraron sólo al otro armario donde se guardaban las otras muestras (imposible) burlando otras varias capas de envoltorios independientes (imposible) y logrando contaminar sólo las muestras concernientes al 11-M, dejando intactas las de otros asuntos. JA, JA, JA.
Éstas teorías de la contaminación son un ejemplo modélico del mandado al que han dado órdenes tan específicas que para cumplirlas hay que negar la evidencia.
Por supuesto, la intención de éste segundo poltergeist es la de invalidar de nuevo la aparición de un elemento incómodo, la nitroglicerina, que tira por tierra la versión oficial, y así silenciar la verdad.
Como la manipulación no funcionó, del «fue Goma 2 y vale ya«, se pasó al «en definitiva no importa qué explotó» fue Olga Sánchez, de la fiscalía.
CONCLUSIONES
¿Y los de Pedro J. eran, según éstos señores, los que creían cosas raras? No señor. Hay que ser rarito, rarito, para creerse la mentira policial, a la que, al final, dio la razón el juez Bermúdez.
Razones por las cuales parece bastante evidente que Bermúdez y su juicio del 11-M son una farsa de dimensiones antológicas, además de una gran chapuza coral. Resultado, el retrato robot de la injusticia.
«Lo único necesario para que el mal se imponga, es que los hombres buenos no hagan nada».