Tertsch ha vuelto. Tras la agresión de que fué víctima, tras las calumnias vertidas por la Sexta, tras cinco semanas de convalecencia, ha vuelto. Queda para los juzgados la agresión, las informaciones maliciosas del grupo paniaguado de Zapatero, y los vídeos de Wyoming.
Sin ser brillante, es un editorial estimulante. Su alusión a la paciencia española, genial. Celebramos la vuelta del periodismo de altura a las noches madrileñas.
Aterrizó con fuerza, haciendo hincapié en la situación social haitiana. Tocó con mucha fuerza la implicación política del gobierno socialista en el escándalo del chivatazo policial a ETA, y cubrió los embargos de viviendas debido a la crisis. El Hermann de siempre, la actualidad de siempre.